«Los políticos viven en una burbuja»
La asamblea general de la patronal del comercio de la provincia de Alicante, Facpyme, reeligió ayer por unanimidad a Pedro Reig como presidente. Reig, que afronta su cuarto mandato, destacó la necesidad de reivindicar, «sobre todo de cara a las próximas elecciones», una Conselleria de Comercio que «de forma específica» atienda a las necesidades del sector. En este sentido, indicó que con la «macroconselleria» de Empresa, Universidad y Ciencia «el sector del comercio ha quedado relegado».
Información. Isabel Vicente. Entrevista con Pedro Reig.
Reivindica el peso del comercio en la economía, un 15% del PIB, y sin embargo Pedro Reig, el presidente de Facpyme, dice que ningún partido ha respondido a las reivindicaciones del colectivo. Cree que al margen de ideologías, cuanto más alto llega un político, más se aleja de la calle. Pide honradez y sentido común y asegura que «el comercio es el que salva todos los pelotazos urbanísticos»
Pedro Reíg, de Denia, posee un comercio de artículos deportivos y moda de señora y caballero.
Preside el colectivo provincial de comerciantes Facpyme desde 1995 y acaba de ser elegido para un nuevo mandato.
Facpyme cuenta en la actualidad con 9.816 socios
Casado y con dos hijos, tiene 54 años y asegura que le gustaría tener tiempo libre para salir de pesca y andar por el monte.
Dedica su ocio a «leer papeles» y a realizar trabaios de jardinería en su casa.
¿Que silos políticos saben cuánto cuesta un café? Pues seguro que en muchas ocasiones no. Cuanto más sube un político más pierde el contacto con la realidad». Esa «burbuja» en la que a juicio del presidente de los comerciantes de la provincia, Pedro Reig, viven los políticos en cuanto tocan poder es uno de sus principales problemas «porque saber qué pasa en la calle es algo que no se debería perder, y da igual si son de izquierdas o de derechas, de pronto se ven rodeados de asesores, guardaespaldas y toda esa parafemalia y se acabó». Dice que en localidades turísticas de la provincia «he visto a ex-conselleres o incluso a algún ex-ministro comprando, paseando y moviéndose como gente nomial pero cuando ya han dejado el cargo, antes nada». Tal vez esa lejanía es la que hace que el colectivo de comerciantes no se sienta escuchado. «Hemos preparado un programa que hemos presentado a los políticos de todos los partidos porque queremos ser oídos y ¿sabes qué ha pasado?» pregunta «Pues nada, responde porque nadie nos ha respondido». En ese programa, los comerciantes de la provincia incluían algunas de sus príncipales reivindicaciones como es la creación de una conselleria específica y un Instituto Tecnológico de Comercio, además de intentar sensibilizar a la clase política sobre la importancia del sector «que supone el 15% del Producto Interíor Bruto y que es fundamental para la fortaleza económica de una ciudad». Pedro Reig destaca que todo suma: limpieza, iluminación, seguridad, proximidad, tráfico.., son vitales para el desarrollo comercial de una ciudad. Además, a la hora de plantear una opción política considera fundamental que haya ayudas para la creación de comercios, que se den facilidades para su implantación y ayudas a la inversión y, además los políticos «tendrían que defender lo nuestro», lo que traduce en proteger a los comerciantes «de aquí frente a hipermercados, grandes marcas, «ikeas» varías que al final destruyen el tejido industrial y comercial de nuestra provincia y nuestra comunidad». Dice que al final «el comercio es el que salva todos los pelotazos urbanísticos» justificando recalificaciones de terrenos y proyectos en base al interés comercial «en los que nosotros no tenemos nada que ver».
¿Izquierda o derecha? Responde rápido: «sentido común». Cree que los comerciantes en general son conservadores «pero no es una cuestión de partidos políticos ya que uno puede ser conservador, pero tiene su corazoncito y si te castigan mucho con suciedad, inseguridad, tráfico insoportable, inversiones municipales para recalificar terrenos que benefician a unos pocos que se llevan todos los negocios… te cansas y cambias de opción». En cualquier caso, considera que en los ayuntamientos no hay tanto margen de maniobra para las ideologías sino que lo que los ciudadanos quieren es ese sentido común que reivindica. «Que piensen en los ciudadanos, que escuchen, que se impliquen con las necesidades de la gente y sobre todo hace falta hablar, hablar y hablar, menos discusiones entre ellos, más tranquilidad y equilibrío». No le preocupan los pactos que puedan producirse tras las elecciones «al contrario. El otro dia oía hablar de que en tal o cual pueblo se habían producido pactos del PP con Izquierda Unida o con el PSOE. ¿Y por qué no van a funcionar si se ponen de acuerdo en que la ciudad lo que necesita en más limpieza, o mejores colegios? La ideología no debería contar tanto, sino las necesidades de la gente. En definitiva, sentido común y contacto con los ciudadanos».
«Hemos preparado un programa a los partidos porque queríamos ser oídos y nadie ha respondido»
